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Allotoca meeki (Álvarez del Villar, 1959)



Nombre común: Tiro de Zirahuén.

Características Distintivas: El tamaño del pez puede llegar a ser de hasta 7.5 cm en los machos y de 9 cm en las hembras, el cuerpo es alargado con una cabeza grande y trapezoidal, el color del cuerpo es olivo con una iridiscencia rojiza, presentan unas bandas diagonales café obscuro que corren a lo largo de los flancos, las aletas sin coloración, siendo más bien transparentes (Wischnath, 1993). Es muy difícil diferenciarla de A. catarinae y A. diazi.

Caracteres taxonómicos: Cuerpo grácil, poco comprimido. Cabeza 3.1 a 3.5 veces en la longitud patrón; altura máxima 3.4 a 4.5 veces en la longitud patrón, altura del pedúnculo caudal más de 7 veces en la longitud patrón; Radios dorsales 17, no extendidos hasta una vertical con la placa hipúral; altura del pedúnculo caudal, menor a la mitad de la longitud del pedúnculo caudal (Miller et al., 2005), radios anales 14, escamas en la line lateral 32. El tubo digestivo presenta una forma recta, lo que indica que se trata de un carnívoro (Camarena-Magaña, 2002). Aun usando caracteres morfológicos es muy difícil distinguirla de A. meeki y A diazi, Álvarez del Villar, (1959) refiere que se diferencia notablemente de A. diazi y A. catarinae en la altura máxima del cuerpo, ya que en la gran mayoría de los ejemplares de A. meeki esta medida cuenta 245 a 265 milésimos de la longitud patrón, mientras que en las otras dos especies la mayor frecuencia está entre 290 y 310 milésimos. La distancia postorbital, la longitud de las aletas pectorales y pélvicas, la base de la dorsal y la distancia intrerorbital de A. meeki, son mucho menores que en las otras dos especies (Álvares del Villar,1959). Sin embargo Corona-Santiago et al (2015) utilizando caracteres moleculares propone que las tres especies A. diazi, A. catarinae y A. meeki deben ser consideradas una única especie, e incluso propone que A. catarine es un población introducida en la región del río Cupatitzio por pobladores Prehispánicos.

Biología y Ecología: La dieta de la especie es variada, ingiere cladóceros, copépodos, anfípodos así como gasterópodos. Del fitoplancton consume en mayor medida diatomeas y restos vegetales. La dieta puede variar dependiendo de la talla, en las primeras etapas de desarrollo ingieren generalmente materia vegetal y conforme aumenta su talla se alimenta de insectos que se encuentran en el zooplancton y ocasionalmente huevos de peces (Camarena- Magaña, 2002; Peredo-Álvarez, 2002). En larvas de A. meeki, se ha observado que las crías tienen preferencia por organismos del zooplancton de menor talla, debido a que es más fácil manipularlos. El éxito de captura aumenta conforme avanzan las semanas de vida, lo que se debe al aumento del tamaño de su boca y el mejoramiento de sus técnicas de captura (Peredo-Álvarez, 2002). A pesar de que esta especie puede ingerir restos vegetales se le considera carnívora, ya que su principal fuente de alimento se encuentra en el zooplancton (Camarena-Magaña, 2002; Peredo-Álvarez, 2002).

Hábitat: Habita aguas claras con sustratos lodosos, y asociado con vegetación, en las que se incluyen Chara, Potamogeton, Ceratophyllum y algas verdes (Miller et al., 2005). Se le colecta de manera abundante en sitios donde la vegetación está compuesta por hidrófitas enraizadas emergentes (Peredo-Álvarez, 2002).

Distribución: Especie endémica del lago de Zirahuén (Camarena Magaña, 2002, Miller et al., 2005). Extirpada del lago desde 1998, actualmente solo se encuentra en el manantial de Opopeo, en la parte alta de la cuenca.

Estado de Conservación: No se encuentra clasificada en ninguna categoría de riesgo en la NOM-ECO-059-2010. Sin embargo su tasa de permanencia es del 33% (Domínguez-Domínguez et al., 2008a), por lo que, debido a que es una especie endémica de la cuenca de Zirahuén, esta ha desaparecido de dos (Lago de Zirahuen y Río La Patera) de las tres únicas localidades donde se sabía de su existencia, esto debido a la introducción de la Lobina Negra (Micropteru salmoides), quedando restringida al manantial de Opopeo, lugar que fue sembrado con Lobina en 2009, reduciendo sus poblaciones en un 90% en muestreos realizados en 2011. Por lo que, aplicando los criterios del MER podría ser considerada como en peligro de extinción, inclusive en otros trabajos se indica que esta especie esta extinta de la naturaleza (de la Vega-Salazar, 2006).

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